INGREDIENTES:

1 kg de helado de vainilla
1 kg de helado de fresa
100 gr chocolate fondant negro
50 gr nata para montar (35% mg)
una cucharada de mantequilla
Crocanti de almendras
Conguitos blancos

ELABORACIÓN:

Debes tener los helados semi-descongelados, para que se puedan extender.
Empezamos por poner en la base una lámina del bizcocho. 

Ponemos encima el helado de vainilla, es mejor con una cuchara de bolas para helados, vas colocando por toda la superficie hasta que todo esté uniformemente cubierto. Déjalo liso. (Si se ha derretido demasiado, mételo en el congelador durante 30 minutos.)

Colocar una nueva lámina de bizcocho.

Añadimos igualmente el helado de fresa, repartiéndolo por toda la superficie.

Colocar encima la última lámina de bizcocho.

Introducir en el congelador durante media hora o tres cuartos, hasta que esté completamente congelado.

Mientras, vamos a preparar la cobertura: en un cazo, calentamos la nata para montar, hasta que casi hierva, bajar el fueto al mínimo y vamos añadiendo el chocolate fondant a trozos, removiendo para que no se pegue, y hasta que esté perfectamente disuelto todo el chocolate. Incorporar la mantequilla (si te parece demasiado consistente, puedes añadir un chorrito de leche) y remover enérgicamente hasta que quede líquido y sin grumos.

Añadir por encima a la tarta, cuidando de que no se descongelen los helados.

Poner por encima el crocanti y los conguitos.

Servir helado y disfrutar de una tarta veraniega muy muy fácil.