INGREDIENTES:
1 Bizcocho genovés o una base de tarta cortada en 3 discos (comprado en cualquier supermercado)
500 ml de nata para montar.
150 gr. Azúcar glass.
4 Cucharadas de queso de untar tipo Philadelphia.
150 gr. mermelada de fresas
Para decorar:
200 gr. nata para montar
200 gr. nata para montar
30 gr azúcar glass.
1 Cucharadas de queso de untar tipo Philadelphia.
7-8 fresas para decorar
Virutillas de chocolate
ELABORACIÓN
- Puedes hacer tú el bizcocho genovés y cortarlo en tres discos, o bien, comprarlo en cualquier supermercado.
- Empezaremos por tener la nata muy muy fría. Puedes meterla en el congelador media hora antes de montarla.
- Yo prefiero montar por un lado la nata del interior de la tarta, y después montar la de la decoración.
- En un bol, mezcla la nata (500 ml) con el azúcar (150 gr) y las 4 cucharadas de queso de untar (para dar más consistencia a la nata, y que no se baje). Mezclamos con una batidora de varillas hasta que quede bien firme. Reservar.
- En el plato de servir, colocamos el primer disco, encima le ponemos la mitad de la mermelada de fresa (no importa que sobresalga un poquito por los laterales, así se verá más apetecible).
- Con ayuda de una manga pastelera, ponemos la mitad de la nata montada, cubriendo toda la superficie.
- Poner otra base de tarta. y repetir la operación: ponemos el resto de mermelada de fresa, y toda la nata montada que quedaba.
- Por último ponemos la última capa de bizcocho.
- Ahora montamos el resto de la nata, los otros 200 gr, con el queso y el azúcar, bien firme.
- Con ayuda de una manga pastelera, vamos haciendo montoncitos o florecitas hasta cubrir bien toda la superficie.
- Lavar las fresas, y cortarles el culo. Colocarlas de la forma que más te guste.
- Poner virutas de chocolate por encima (si quieres, también por los lados).
- ¡A disfrutar!
- Lavar las fresas y quitarles el rabito. Reservar las más bonitas y de un tamaño parecido para la decoración (7 u 8 tendrás suficiente).
Las fresas restantes córtalas en daditos pequeños. La mitad de ellas mételas en un bol junto con 2 cucharadas de azúcar y el jugo de una naranja, y resérvalas en el frigorífico para que se maceren.
Por otro lado coge el resto de las fresas y vamos a preparar una mermelada casera. En un cazo pon a cocer las fresas con el azúcar y una ramita de canela cubriéndolas con un par de dedos de agua por encima a fuego medio, tápalas y déjalas cocer una media hora.
Cuando termine de cocinarse, en una taza disuelve con un poco de agua la gelatina y cuando esté templada la mermelada añádesela, y deja enfriar y que se termine en el frigo.
Mientras se está haciendo la mermelada vamos a preparar la nata montada. En un bol echamos la nata y la empezamos a batir con la máquina de varillas, seguidamente incorporamos el queso, y luego cuando esté incorporado añadimos poco a poco el azúcar glass. Terminamos de montar la nata hasta que quede haciendo picos.
Mezclamos las fresas que teníamos reservadas con una cantidad de nata al gusto.
Luego cogemos el bizcocho y separamos los dos o tres discos. Ponemos uno de ellos en una blonda o fuente que hemos elegido para la ocasión, y mojamos el bizcocho con una capa fina de mermelada, y echamos una buena capa de la mezcla de fresas con nata de la mezcla anterior.
El otro disco de bizcocho lo mojamos con otro poco de mermelada por el interior y cubrimos el anterior con éste.
Ahora con ayuda de una manga pastelera cubrimos la tarta por completo con una fina capa de nata y la extendemos con una espátula.
Cogemos las fresas reservadas para la decoración, y las cortamos por la mitad menos una que ponemos en el centro, y el resto las vamos poniendo hasta cubrir la parte superior de la tarta, la decoración va al gusto de cada uno.
Con la manga pastelera y una boquilla de estrella vamos cubriendo el lateral de nuestra tarta con hilos arriba y abajo hasta completarla.
Con el resto de mermelada y la ayuda de una brocha de silicona cubrimos las fresas de la parte superior para darle ese brillo característico y si queremos terminamos de decorarla con nata entre las fresas.
